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Yolanda Bedregal
OBRA - ENSAYOS - ENSAYO II

AL SONIDO DE LAS ARMAS CALLAN LAS MUSAS

Inter armas, sillent musas, al sonido de las armas, callan las musas, es el proverbio latino tan lleno de razón y de sentido. ¿Qué poesía puede haber mientras rugen los cañones? ¿Qué color puede pintar el horizonte si está lleno de polvo y humo? ¿Qué música puede haber mientras hay sollozos, sangre y lágrimas?

Estamos lejos de Israel, pero estamos en Israel con la angustia y el corazón. Pero así, doloridos queremos cumplir, como en todos los campos y actividades, de Israel, con las obligaciones que hemos contraído. Como ésta de auspiciar una exposición de arte, que es expresión del espíritu y confiamos que es el espíritu el único que ha de vencer el odio, la incomprensión en el mundo.

Sea esta actitud de la embajada de Israel y del Instituto Cultural Boliviano Israelí una demostración de que Israel no viola sus consignas de paz ni sus compromisos de honor.

Aquí está la joven pintora Silvia Peñaloza Rocha, egresada de la Escuela Superior de Artes Plásticas de La Paz, con sus óleos y pasteles, como queriendo suavizar el momento en que vivimos. Como si el nombre de nuestra ciudad fuera un símbolo de la paz que anhelamos en este momento y en todos los de la historia.

Silvia ha presentado exposiciones en grupo con otros pintores de prestigio en el Museo de Arte, el Salón Municipal, el Centro Boliviano Americano, el Círculo 70, la Galería Naira y ha obtenido comentarios favorables; se muestra ella como una promesa más en la ya importante plástica boliviana. Es además vicepresidenta del grupo de artistas jóvenes Machac Kurmi y pertenece a la unión de artistas plásticos.

Lamentamos que nuestra alegría al acompañarla en este evento esté teñida de nuestra angustia.

Hace apenas 12 días que Israel celebraba Rosh Hashaná, el año nuevo que corresponde al 5.734 de la Era Judía. Lo hacía con su rito tradicional religioso y con su tradicional actitud cívica y humana de esperanza. Larga experiencia milenaria de vivir el pueblo reunido en propio hogar prometido, vivir en paz consigo mismo y con el mundo, confiado en la clemencia de Dios. Ya en Jeremías 29, versículo 7 decía:

Y procurad la paz en la ciudad a la cual os hice traspasar y rogad por ella al Eterno porque en su paz tendréis vosotros paz.

Y en el Talmud (Avot 2;2):

Pide a Dios por el bien del Gobierno, porque sin su temor los hombres se destruirán mutuamente.
Todavía resonando al toque el Shofar –pututu judío de severa voz, que evoca a los patriarcas pastores de Canaán, el sacrificio de Isaac, la promulgación del Decálogo, el llamado por la patria y el mundo que ha de venir, se sucede en el calendario hebreo el día más grande del año, Yom Kipur, el Día del Perdón, dedicado a la oración, al ayuno, a la meditación y al examen de conciencia. Yom Kipur es el día de la vida espiritual del judío.

Y este solemne momento religioso, su cielo, su mar, su tierra se entenebrecen con el fragor de la amenaza y el ataque de la incomprensión y la injusticia.

La oración se ve callada por la dolorosa sorpresa y el clamor.

Se ha puesto una zona en llamas –que las naciones y los hombres de buena voluntad no las detienen con energía, comprensión y justicia, han de poner en peligro al mundo entero.

Ya no hay pueblos aislados. La Humanidad es “una”, y “uno” es el Hombre sobre la Tierra.

En esta precisa hora en que Israel está de nuevo frente a la tragedia estamos de duelo con un dolor muy grande y una tremenda preocupación por el destino. Se enfrentan pueblos y hombres que podrían ser hermanos, mueren y se matan.

Estamos reunidos con un motivo que debería ser grato; pese al dolor y la angustia, manifestamos nuestro deseo de éxito a la artista. Al mismo tiempo pedimos con el corazón a todos los amigos unirse ellos a nuestra oración por Israel, y por la paz del mundo.

Publicado en el Tomo II de Ensayo, Obra Completa de Yolanda Bedregal. Plural Editores. La Paz, mayo de 2009. P. 369-370.

(Nota) Publicado en Última Hora (11 de octubre, 1973). El artículo se inicia con la siguiente nota: “En la inauguración de la Exposición de Silvia Peñaloza, 8 de octubre de 1973, la señora Yolanda Bedregal, presidenta del Instituto Cultural Boliviano Israelí, pronunció este discurso que denota las circunstancias que vive Israel por estas fechas”. Esta última y el tenor del artículo justifican su presencia en esta sección y no en la dedicada a los artistas plásticos.

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