LEONARDO DA VINCI

Publicado en La Razón el 27 noviembre de 1947

Leonardo, nació en Vinci, cerca de Florencia, es uno de los hombres más notables del Renacimiento y de todos los tiempos. No hubo actividad humana en que Leonardo no se interesara y conociera a fondo. Era arquitecto, escultor, inventor de instrumentos musicales, aparatos mecánicos, relojes, armas; hasta ensayó una máquina voladora. Estudió latín, matemáticas, física, botánica, anatomía, astronomía.

Una de las muchas cosas que Leonardo hacía bien, era pintar. Sin embargo, dedicado a tantas cosas, sólo dejó dibujos, apuntes, cuadros sin terminar y unos cuatro acabados que constituyen obras maestras. Recuerden que su contemporáneo Rafael, nació después y murió antes que Leonardo, dejo más de mil cuadros, paro es que no cultivaba el arte y la ciencia como este sabio.

En el Museo del Louvre en París existen tres cuadros de Leonardo: la “Yoconda o Mona Lisa, la Virgen de las Rocas y la Virgen y Santa Ana”. La Yoconda es un retrato de mujer. Flota en su rostro una leve y misteriosa sonrisa. Se dice que el artista trabajó cuatro años hasta conseguir ese juego de luz y sombra que se funden tan delicadamente en los tonos de la piel y del traje. Este difícil problema de la pintura fue Leonardo el primero en resolver.

El fondo del cuadro es un paisaje con arroyos, colinas y montañas. En un paisaje real vemos que las cosas distantes no son tan claras como las próximas, pues el aire aunque no lo veamos, forma una capa que hace difusos los objetos lejanos. También él fue el primero que pudo dar este aspecto de realidad y lejanía a los paisajes.

Cuando hace muchos años se perdió este cuadro del Museo, los periódicos de todo el mundo se ocuparon con grandes letras como su se tratase de la muerte de un rey o del hundimiento de un gran barco. Afortunadamente el cuadro fue devuelto, pero no se llegó a capturar a los ladrones.

La Cena es otra de las obras maestras del pintor. Con el afán de buscar nuevas maneras de pintar, Leonardo no hizo este cuadro sobre yeso húmedo, como era costumbre, sino que pintó sobre la pared ya seca de un monasterio. Algunos años después comenzó a descascararse la pared y malograrse la obra. Algunos pintores lo retocaron, es decir le pintaron los lugares averiados. Luego, cuando Napoleón llevó su ejército a Italia, algunos soldados pusieron sus caballos en la Sala de La Cena y hasta se entretenían en tirar sus botas a la cara de Judas Iscariote. Además los monjes habían hecho abrir una puerta al pie del cuadro y los martillazos dañaron la parte inferior. Por suerte un sabio se ocupó después de quitar la pintura añadida y de fijar en la pared lo auténtico. En la última Guerra el convento fue casi todo destruido, pero la pared en que está La Cena se salvó de las bombas.

La Cena representa a Jesús con los Apóstoles en el momento en que les dice: - Uno de vosotros me traicionará - Imagínese a los Apóstoles al oír esto del Maestro amado. Pero no es fácil mostrar en un cuadro los sentimientos. Leonardo tuvo que visitar a los sordomudos para ver como expresaban el asombro, la rabia, la alegría, el miedo los que no pueden hablar.

Así logró dar a la actitud, el gesto, la cara, las manos de cada personaje la expresión de los sentimientos.

La Virgen de las Rocas representa al Niño Jesús con su Madre, el pequeño San Juan y un ángel sentados en el suelo.