PINTORES ROMÁNTICOS

Publicado en La Razón el 22de abril de 1948

Después del estilo establecido en Francia por David y sus discípulos, siguió el movimiento artístico llamado romántico. El jefe de ese movimiento fue Eugenio Dalacroix (Delacroa). El hizo la verdadera revolución contra las reglas fijas de los clásicos. Quería que cada artista se expresara libremente según su personalidad, observando la naturaleza, mostrando el movimiento de los seres y las emociones y posiciones humanas. Los románticos detestaban los cuadros de motivos griegos y romanos que encontraban falsos y fríos.

Entre las muchas cosas e que estaban el desacuerdo las dos escuelas, una de las importantes era el uso del color. Los clásicos daban más importancia a la línea y la perfección del dibujo; los románticos creían en el color y lo consideraban lo más valioso en un cuadro.

Delacroix era hijo de un ministro de la República Francesa. Tuvo una infancia llena de accidentes; una vez fue salvado de las llamas, pues se incendió su cuna. Recibió muy buena educación, conocía las literaturas extranjeras; era muy aficionado a la música. Escribió admirablemente sobre cuestiones de pintura. Viajó por España y al norte de África; visitó los museos, donde admiró mucho la obra del español Goya. Una de las preocupaciones de Delacroix era el estudio de la luz y la armonía de los colores. Observaba los cambios de color en los objetos según las luces por eso sus cuadros tienen muy buen colorido.

Delacroix pintó escenas de la Biblia, de las Cruzadas de la guerra entre griegos y turcos; ilustro paisajes de Dante, de Shakespeare y de otros escritores; hizo varios cuadros con mujeres de Argel. Son también importantes sus pinturas de animales, especialmente caballos en vigorosos movimientos como los titulados: “Asustado por la tormenta”, “Carrera en el circo”.

La lámina reproduce un caballo atacado por un tigre. La otra es una ilustración a una novela de Wálter Scout, Rebeca robada de un castillo; un servidor la coloca en un caballo montado por un sarraceno, mientras a galope se acerca un caballero; al fondo se ve el castillo en llamas.

Otro de los que en su tiempo fue famoso entre los pintores románticos, es Gericault, que pintó también caballos a carrera y cuadros dramáticos que gustaron mucho. Gericault murió a los 34 años y no llegó a realizar lo que anhelaba.

Por supuesto que los clásicos odiaban a los románticos y trataban de atacarlos en toda forma. Pero Delacroix y sus partidarios se hicieron cada vez más populares hasta que impusieron su estilo como la habían hecho antes los clásicos.