NOTICIA SOBRE LA EDICIÓN DE LA OBRA COMPLETA DE YOLANDA BEDREGAL
La presente edición de la Obra completa de Yolanda Bedregal comprende cinco tomos divididos de la siguiente manera: los tomos I y II están dedicado a la poesía de Bedregal, tanto la publicada en libros, revistas y periódicos, como la inédita; el tomo III incluye su obra narrativa, compuesta de novelas, cuentos y otros relatos; y, finalmente, los tomos IV y V recuperan su obra ensayística y de artículos periodísticos dispersos en varias publicaciones periódicas. Entre todos los tomos, la Obra completa tiene cerca de cinco mil páginas.
Bedregal fue una escritora prolífica, con una dedicación absoluta a la palabra escrita. Por su magnitud, esta obra, además de los méritos propios de su escritura, es un muy valioso testimonio del desarrollo espiritual y vital de una intelectual boliviana del siglo XX. Recobrar su obra, que estaba parcialmente publicada pero de la cual una cantidad significativa había quedado inédita y otra gran parte estaba en revistas y periódicos de difícil acceso, ha requerido un esfuerzo monumental realizado por un equipo excepcional en su dedicación a esta empresa.
La edición de esta Obra completa ha tomado cinco años. El proyecto nació en 2004, cuando me interesé en publicar La casa y sus entrañas, supuestamente una novela inédita de Bedregal. Me acerqué a Rosangela Conitzer Bedregal, la hija de la escritora, con este propósito. Ella me propuso, en vez de publicar un libro, hacer la obra completa de su madre, un proyecto que atesoraba ya por varios años. Acepté su propuesta y nos pusimos a planificar la edición de la Obra completa de Yolanda Bedregal. Pero la empresa resultó ser mucho más compleja y considerable de lo pensado en un primer momento. Los textos de Bedregal estaban archivados en sobres, cartapacios, cuadernos, fólderes, de forma bastante caótica, y su cantidad era impresionante. Junto con textos mecanografiados, había una cantidad escritos a mano, mezclados con recortes de periódicos de sus textos o sobre su obra, con cartas y otro tipo de documentos. Además, varios de los textos inéditos eran simples pedazos de papel con poemas o fragmentos de cuentos, otros eran páginas tipografiadas en máquinas de escribir con correcciones a mano de la misma Bedregal muy difíciles de leer, y de éstos, no se sabía cuáles eran originales, cuáles copias de textos publicados y cuáles textos inéditos. Lo primero a hacerse, pues, era un trabajo de archivo, de clasificar los textos por género literario, separando lo escrito por ella de los varios otros documentos con los que se hallaban mezclados. Este trabajo fue encargado a Lillian Darwin, quien realizó en pocas semanas un trabajo admirable.
El siguiente paso fue encontrar las personas idóneas para realizar la edición propiamente dicha de cada uno de los géneros literarios que frecuentó Bedregal. Debo decir que tuve la suerte de que tres conocidas profesionales del quehacer literario aceptaran la invitación de preparar los distintos tomos: Virginia Ayllón, Ana Rebeca Prada y Mónica Velásquez. Ayllón se encargó de los ensayos y artículos, Prada de la narrativa y Velásquez de la poesía. El trabajo que se les encargó era un verdadero desafío, una mezcla de trabajo archivístico, filológico y de crítica literaria. La seriedad y la profesionalidad con que encararon esta faena es altamente encomiable. Ellas, a lo largo de este tiempo, transformaron un cuerpo informe de textos en una ordenada obra literaria. El resultado es por demás extraordinario y aquí quiero hacer público mi agradecimiento por su dedicación y paciencia con esta publicación.
Otro factor importante para que esta edición pueda salir a luz era encontrar un editor capaz de comprender su importancia y de tener los instrumentos necesarios para publicar una obra completa de esta magnitud. Creo que en Bolivia no hay otro tan capaz como José Antonio Quiroga de Plural Editores, quien acogió con total entusiasmo este proyecto. A él y su equipo de trabajo va nuestro agradecimiento.
Quiero subrayar que esta publicación ha tenido una incansable promotora, Rosángela Conitzer. Sin parar en gastos de tiempo, dinero o energía, ella ha estado constantemente supliendo a las editoras, a la editorial y a mí con información valiosa sobre la vida y obra de su madre, con apoyo logístico de materiales, con la buena voluntad de entender las exigencias de nuestro trabajo intelectual e incluso con trabajo de corrección y diagramación. Su empeño ha sido fundamental para esta publicación y sin ella esta edición no hubiera sido posible.
Este esfuerzo colectivo ha tenido por objetivo entregar al lector una edición lo más cuidada posible de una obra por demás importante para la literatura boliviana como es la de Yolanda Bedregal. Aun a riesgo de ser repetitivo, debo reiterar mi agradecimiento y admiración por la dedicación puesta por todas y todos los involucrados en este trabajo literario-editorial que, como todo lo relacionado con las letras, siempre tiene más de desinterés y de generosidad que de cualquier otra cosa.
Leonardo García Pabón
Coordinador de la Obra completa
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