ALMADÍA (1942)

CIRCO

Circo pobre de carpa remendada
como cielo de aldea
lleno de risa franca y de menudas tragedias.

El circo tiene sólo un elefante
imagen de la tierra,
lleno de arrugas como si un día
le hubieran surcado ríos.
Tiene algo de tronco de árbol
sus orejas parecen alas laxas
su trompa hace signos de interrogación,
y sus colmillos blancos, aristocráticos,
desagravian la lenta pesadez de las patas.
En sus ojos humanos, tan chiquitos,
el tiempo se detiene, la eternidad se estanca.
Mira el dulce elefante nostálgico
como si la Tierra tuviera ojos.

El elefante redondo
lleva el circo en su lomo.

La banda miserable,
en un altillo
irrumpe sus cornetas y platillos
y, cabalgando sobre la musiquilla,
aparecen niñas de goma,
malabaristas, acróbatas de imán,
clowns, equilibristas de aire.

Los chicos aplauden y gritan;
los obreros que dejan
su pan amargo en las buhardillas
saborean azúcar de carcajadas.

Los payasos de trapo y harina
comen la melancolía de la gente
y se pintan en la boca
una alegre medialuna de carmín.

La lona del circo pobre
cubre al elefante mapamundi
y lo alimenta con migajas de pan
que todos olvidan en la pista.