ALMADÍA (1942)
VIAJE INÚTIL
¿Para qué el mar? ¡Para qué el sol! ¿Para qué el cielo?
Estoy de viaje hoy día,
en viaje sin retorno
hacia aquella palabra sin orillas
que es el mar de mí misma y de mi olvido.
Después de que te he dado mar y cielo
me quedo con la tierra de mi vida
que es dulce como arcilla mojada en sangre y leche.
Ahora me sobra todo lo que tuve
porque soy como acuario y como roca.
Por mi sangre navegan peces ágiles
y en mi cuerpo se enredan las raíces
de unas plantas violetas y amarillas.
Tengo en la espalda herida
las huellas de dos alas cercenadas
y un poquito en mis ojos todavía
hay humedad inútil de recuerdos.
Pero qué importa todo esto ahora?
Cuando estiro los brazos y no hay
que no sea yo misma repetida.
Acaso no soy mar y no soy roca?
Misterios de colores en mi vida
suben y bajan en mareas altas
y extraños animales y demonios
se fingen ángeles y flores en mis grutas.
Están demás el mar, el sol, la tierra.
Ahora que he vuelto de un amor inmenso
tengo ya en la palabra sin orillas
lo que pudo caber entre tus manos.
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