NADIR (1950)

DESDE MI TIEMPO TURBIO

A Guido Villagomez

¡Por qué será esta vida, Señor, tan desabrida!
Prisa pecaminosa de triturarlo todo
sin saborear la esencia, como si de ese modo
nuestra boca implacable no fuera igual herida.

¡Dormir! Y en la aventura gozosa de la huida
un guardián nos detiene en el primer recodo.
¡Amar! Y en el instante de redimir el todo,
nos sofrena la hora con avarienta brida.

¡Recordar! Y el abismo nos recupera muertes,
nos devuelve las dichas en arrugado espejo.

Tendrás Tú, por eterno, tus dolores de Dios.
Desde mi tiempo turbio también a ti me quejo.

Las quejumbres estériles se anularán por fuertes.
¡Hagamos uno solo el llanto de los dos!